Cuarenta años no son nada


Aunque suene a incrédula esperanza o pequeña desesperación, aunque suene a ‘nada tan lejos de la realidad’, creo que a veces sí es cierto: cuarenta años no son nada... o casi nada. Comenzando por lo más obvio, lo más realista: en varias décadas pasan tantas cosas que casi no reconocemos el mundo que nos rodea. No solo el mundo, también nosotros; solo hace falta mirarse al espejo… aunque no siempre lo que vemos es exactamente lo que hay o lo que somos…
El otro día me comentaba un veterano motorista lo mal que vivimos ahora, soportando como podemos un mundo lleno de prohibiciones y tonterias, ¡qué difícil es hacer cosas que hacíamos con naturalidad hace algunos años!, pues sí… supongo que es la realidad que hemos fabricado entre todos y lo que hemos permitido, por activa o por pasiva. Sí, el mundo ahora está lleno de prohibiciones y restricciones; qué difícil es salir a la montaña con libertad, no digamos acampar, hacer un fuego, rodar con tu moto de campo, bañarte en alguna famosa laguna como hacías de crio… Supongo que siempre pagaran justos por pecadores. Qué lejos quedan esos tiempos en que tantos niños salíamos solos a la calle, en las noches de verano, y no pasaba nada. Ahora ya hasta pensamos en el servicio de localización del móvil para cuando nuestra hija empiece a salir con sus amiguitas, ley de vida. Tantas prohibiciones, tanta inseguridad y sin embargo estamos medio globalizados para algunas cosas... y te preguntas sobre el concepto de “aventura”... ¿en qué ha quedado en estos tiempos de móviles, GPS, tablets, conexiones wi-fi y todo tipo de artilugios que hasta el más casto o purista aventurero utilizará antes o después? no es una crítica, es un comentario, una reflexión, cada uno tendrá logicamente su opinión pero es indudable que algunas cosas han cambiado y no todas nos gustan ¿Qué nos queda a los más "clásicos"?, ¿fabricarnos una "máquina del tiempo"? Es una opción, de hecho es la única opción que pudimos concebir algunos taraos hace unos pocos años. A veces la ponemos en marcha. Conozco quién la pone en marcha cuando va de tandas al circuito con su EXUP, su GPZ o su RD350, o cuando un amigo viaja con una moto clásica (teniendo en el garaje otra moto, mucho más moderna, cómoda o fiable, ¿verdad Luis Dios?) o quién se subió solanas al Cabo Norte en su Vespino, ¿verdad Valentín? Hay casos, no es dificil encontrarlos si se buscan...
Por nuestra parte, modestamente, hace menos de un mes volvimos a arrancar nuestra propia "máquina del tiempo". Viajamos por segundo año al pueblo navarro de Cintruénigo para jugar a las carreras. Habian pasado muchas semanas de incertidumbres, horas de trabajo y recados interminables, todo para que pudiéramos estar a tiempo y con la moto en condiciones decentes. Esto de las clásicas es muy entretenido, son motos con encanto y personalidad pero logicamente con una fiabilidad digamos también “entretenida”, parte del mismo encanto inicial que las rodea…
Alli estuvimos, y lo de los cuarenta no es simplemente una especie de aforismo o un símbolo. Yo con casi 41 tacos, mi padre con casi 69, Antonio y Paco por la mitad de esas cifras y la Ossa, nuestra querida “herm-Ossa” con casi 42… ¡toma ya, pedazo frente de juventudes! Qué alegría interior ver a mi padre disfrutar durante estos meses y, llegando la fecha, verle cada día más animado y centrado en mil detalles, disfrutando en el taller, en las charlas y en los entrenamientos. Han pasado menos de cuarenta inviernos pero hace muchos, muchos años haciamos lo mismo, las motos eran más pequeñas y solian tener ruedas de tacos pero, sí, el sentimiento era practicamente el mismo... solo por ello ha merecido la pena buscar y apañar nuestra propia máquina del tiempo. Gracias a él y a Juan y Oscar de MotosyMax (en Pinto) la Ossa ha vuelto a la vida, no porque estuviera "muerta" pero si algo dormida...


A veces, si nos lo proponemos realmente, los números del DNI son secundarios. Tal vez la clave sea muy sencilla: Creo que en la vida siempre hay que sumar y sumar, nunca restar nada de lo bueno que  hayamos sentido, nunca hay que destruir algo que ya fuimos y que funcionaba... solo adaptarlo a la nueva suma. Estoy convencido de que esta "idea", esta pequeña ecuación funciona.
Intentar vivir jugando a los cuarenta con estos juguetes carillos no es fácil, no todo es de color rosa, sudamos y nos complicamos la vida, a veces discutimos, nos dan collejas y hasta nos atrapamos en problemas que no vienen a cuento... pero merece la pena, sin duda alguna, además quién no suda un poco por sus juguetes poco juega. A todos los que vinisteis aquel domingo (Rosy, Bettor, Edu & Isma) daros las gracias de corazón. Menuda sorpresa cuando os vi, ¡casi me hago un recto mientras agigantaba los ojos! Y otro momento gracioso, divertido, entre mangas, cuando estábamos en el bar viendo la carrera de MotoGP por la tele... Ni Aquarius ni leches, una buena cerveza, junto a ellos, charlando, desenfadados, tranquilos, todos haciendo un corrillo de pie. De pronto aparece un plato de patatas bravas desde la barra y antes de que podamos probar una aparece por la puerta una señora del grupo de los amigos valencianos de Moclava (concretamente la adorable mujer de Juan) que me viene a buscar y me grita con cariño "nene, ¡que saléis ya!".. suelto "profesionalmente" la birra en el poyete de la ventana y busco mi moto después de una pequeña carrera dando grandes zancadas, otro de esos momentos impagables... como cuando tu madre te tiraba la zapatilla (¡y con qué punteria!) o te apremiaba a gritos para levantarte del catre de una vez, desayunar e ir al colegio... pero ahora con muchos más años, ja,ja

Si estuvieramos solos todo esto seria imposible, sobra decirlo. Durante estos meses han pasado muchas cosas y debería agradecer su ayuda y su apoyo a muchas, muchas personas, pero como me da miedo olvidarme (aunque suene politicamente correcto así es) prefiero no redactar ningún listado, solo haré un par de excepciones con dos personas que han tenido una temporada complicada pero que, ahora, veo que comienzan a salir del túnel. Son dos amigas, dos auténticas racing girls, simpáticas y atrevidas, cariñosas y atentas, dos chavalas que no tienen sangre en las venas, ¡tienen gasolina! Una es Nei de Bilbao, la amante de los camiones, de las motos, de todo lo que sean carreras, dentro y fuera de los circuitos, una mujer con una sensibilidad especial para sentir muy dentro la competición y describir con hermosas y precisas palabras sucesos como la machada del otro día de Jorge Lorenzo en Assen. Qué arte, espectacular cómo resumió Nei todo lo que se vivió en ese Gran Premio. Otro ejemplo de pluma desperdiciada en este bendito país... Y de Rosa Arrate, qué decir, con esa pasión y ovarios que pone en la vida, siempre luchando y desprendiendo buen rollo y positivismo. Sus batallas empiezan a quedar atrás, estoy seguro, pronto volverá a salir el sol y una nueva temporada, más agradecida, se presentará ante sus ojos. ¡Te mereces lo mejor, motera, ya llegará! Y no puedo dejar de decir que si admirable es como aman las carreras todavía más alucinante es sentir como me animan y me apoyan en mis aventurillas, ¡como si fuera alguien!, asi que, qué voy a decir aqui, ¡que gracias por estar ahi! De la "reina del norte" no pongo foto suya que me pega pero de Rosa sí, aqui con una moto que ha conocido muy bien, le queda que ni pintada...


¿Y ahora?, ¿seguiremos cumpliendo años? ¡eso espero! Para empezar iremos con 41 a la próxima carrera, a ver si solucionamos el problemilla del embrague y mejoramos un poco. Si nos dejan, estaremos en la parilla de La Bañeza, nuestra catedral de las road races hispanas, luchando a tope, aunque quedemos el porras.  Alli veremos, como siempre, como las máquinas del tiempo existen y funcionan. Veremos motos de los setenta, algunas incluso más antiguas, pilotos de esa añada (y más antiguas cosechas), todo en un marco incomparable que, espero, dure muchos años. La clave no son esas motos antiguas sino sus pilotos, sus mecánicos, los aficionados que acuden a esas carreras urbanas, los vecinos que te ofrecen un vaso de agua o que te dejan o te alquilan su garaje... ¡¡gracias pilotos por mantener este arte!!, mientras todo ello exista seguiremos viajando en el tiempo de vez en cuando. Y eso es lo que he terminado de comprender este año, que esos viajes existen porque, con paciencia y esfuerzo, podemos fabricar la ocasión o volar hacia ese túnel atemporal que fluye muchas veces más cerca de lo que imaginábamos.

Si el día a día os asfixia o sentis la necesidad de recrear parte de vuestro pasado, si tenéis ocasión (tiempo, recursos, ambición, ayuda, amigos dispuesto a echaros una mano) no desaprovechéis la oportunidad de cambiar de registro, de viajar hacia vuestro horizonte favorito. Aunque durante meses veas el camino muy empinado, aunque te pasen en las rectas algunos como si tú estuvieras parado, ahora sé que antes o después funciona. Y da igual si son 40, 45, 50 o 70, todo esto no está dedicado solo a los cuarentones. Felicidades a todos los “maduritos” de corazón joven porque, como dice algún sabio, no hay nada como jugar como un niño teniendo la madurez y la experiencia de un adulto…


GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...