Valencia Connection


Aunque por el momento han pasado a la historia aquellos viajes largos y espectaculares que nos marcábamos cada pocos meses con los amigos, las ganas siguen ahí, coleando como siempre. Entre eso y las ganas por seguir participando en alguna carrerita de clásicas sin duda que va a ser necesario encontrar de una vez "esa viuda rica generosa" que nos pague tanto cachondeo... Hasta entonces, me temo, habrá que aguantar el tirón, apretar los dientes y agacharse "detrás de la cúpula" mientras seguimos paso a paso sin perder de vista nuestro objetivo. Ante las piedras del camino "tan solo" hay que cambiar de plan, dicen, y creo que así debe ser. Los años pares, ultimamente, no me van bien, curioso, claro que mis números favoritos son los impares.... en fin, muy temprano para tanta "paja mental", vamos a dejarlo, mejor contar lo que vivimos ultimamente con los amigos valencianos, canela fina...

Pasadas las fiestas navideñas estuvimos oteando el calendario del nuevo año, o mejor dicho, mirando el primer semestre, vieja costumbre de no hacer planes más allá de ese periodo. Nos enteramos del evento que se iba a celebrar en Guadassuar a principios de marzo. Circuito urbano, exhibición de clásicas y supermotards... y merecido homenaje al piloto en activo de mayor edad, don Eduardo Granell, con el que compartimos varias horas hace ya casi dos años en la prueba de Cintruénigo. La cosa pintaba muy bien, buenos argumentos para ver amigos y compartir con ellos un domingo diferente, entre tubarros, balas de paja y mucha afición de la buena, es decir, volver a activar la "máquina del tiempo" a la que nos hemos "asociado" durante los últimos años. ¿Y dónde mejor vivirlo que en esas tierras que lindan con el Mediterráneo? Así son estos locos valencianos, esa gran cuna del motoclismo nacional, una especie de "reducto" granítico que ante viento y marea resiste el paso del tiempo, tanto que, recientemente, hasta se han reinventado un ¡¡campeonato de carreras urbanas!!, toma ya, no porque antes no existieran estas pruebas sino para ir un pasito más adelante. No será fácil pero solo la gente involucrada en el proyecto ya da idea de las ganas que se respiran en esas tierras, mientras federaciones y poderosos les dejen, claro... El caso es que la gasolina les recorre las venas, no pueden disimularlo, lástima que apenas tengan eco estas fiestas en las revistas especializadas... (si hubiese mucho dinero por medio imagino que seria algo diferente, claro, como en todo).

El "viaje" en si hasta Levante no tuvo obviamente ningún misterio, el único aliciente fue contar con la presencia del gran Tyto como compi de ruta. Por lo demás un trayecto soso, con pocas curvas, con sus eternas obras a modo de chicanes (no teniamos tiempo para rutas alternativas) y con la matraca habitual de ir más pendiente de los arcenes que de lo negro.. y eso que íbamos a un paso realmente moderado, imaginaos, una Fireblade y una madura DR650 en el mismo tándem, ¡algo descompensados de motor!, ¿no? Lo más gracioso fue que llegando a meta me di cuenta que había vuelto a perder un puñetero contrapeso del manillar, esta vez el que oficialmente tenia bien la rosca y "no se podía aflojar". La noche nos cubrió mientras esperábamos en una calle al gran Paco Motos para ir a cenar algo. Nos llevo al bar de un amigo ¡que también corre!, y nos dieron las tantas hablando. Casi nos toca dormir en el parque lo cual, la verdad, tampoco hubiera sido un drama (¡los lujos y la programación exhaustiva para cuando seamos unos mataos, por favor!) pero al final pudimos recorrer los treinta kilómetros que nos separaban del alojamiento. Por fortuna, el dueño del hostal tenia un bar y vivia alli mismo, cuando llegamos de madrugada estaba a punto de apagar la luz, lo cual era lo más lógico del mundo..., en fin, por los pelos, vamos, y eso que llamamos horas antes preguntando si podía esperar "un rato"...

El domingo amaneció luminoso y prometedor. Es curioso, hay domingos dónde se huele la gasolina y el Castrol casi desde el baño, mientras te afeitas o evacuas. Este sunday era uno de esos... Que el sol acompañe la jornada hace todavía más agradable el momento (bueno, ¡siempre y cuando no pase de veintitantos grados!, que la tortura climática de La Bañeza empieza a ser considerado grado de iniciación en torturas, ja,ja). El caso que con una sonrisa en la cara, los dos madrileños enseguida llegamos al pueblo del evento y, gracias a algunas indicaciones, pronto descubrimos las calles que hacian de paddock y boxes. Ya es inevitable no reconocer algunos rostros y algunas motos. De remate contamos con la presencia del bueno de Juan (de Albacete) y de Joan (de los amigos Tortugas) que bajó en el mismo día con su XS400 casi centenaria desde Barcelona, muy bien rematada y con los colores amarillo-blanco de Kenny Roberts (mmm....). 

Y así, en tan buena compañía, comenzamos a dar paseos y saludar a conocidos y amigos. Para empezar, por número y desembarco en los bares, con la cuadrilla de los MoclavaPaco, el gran Juan (ya recuperado), su hermano AngelMoisés, etc, y por supuesto con don Eduardo que nos saludó afectuosamente. Una vez más (¡y debe llevar miles!) alli estaba con su mono puesto y, por supuesto, con su Ossa. Destacar, sin exagerar, que sigue dando gas de manera envidiable, eterno espíritu motociclista el de este maestro que, como me comentó días después Juan Martin, fue un gran tornero.  

Luego por fin pudimos estar de nuevo con la familia Varea, y con Pedro J. Vallespi, nuestro fotógrafo favorito, que no se pierde una. Manu estrenaba una Bultaco a la que le hace falta una buena revisión. Luego saldría con la Yamaha de supermotard pero la idea era probar la clásica del dedo rampante. Con él y su family estuvimos en distintos momentos de la jornada, hablando de motos, conociendo detalles del evento, haciéndonos fotos, probando la empanada que repartieron entre los que fuimos y riéndonos a base de bien. Y es que no era para menos, son de lo que no hay, gente generosa y motera a tope.


Cuando empezamos a recorrer el circuito urbano algunos "inocentes" pensábamos que era otra exhibición al uso, de esas en que sus participantes van realmente tranquilos, pero no, de paseo poco, la verdad que parecía todo un entrenamiento de pretemporada, visto el ritmo que llevaban muchos pilotos, sobre todo los punteros que luego ganan o quedan muy delante en carreras importantes. Solo había que ver como enroscaban el puño Botella, Cortijo, Fort, Hervás, y otros tantos protagonistas que no controlamos. La verdad que dan ganas de conocer a casi todos los pilotos que nos deleitan en exhibiciones de este estilo. ¿Cuantas viejas y nuevas historias guardan estos pilotos? La mayoría están "oficialmente" retirados pero, como se puede apreciar en pista, pocos lo están realmente. 

Ahi tenemos por ejemplo a Santi Botella, un tio grande que sigue rodando rápido con su Crono, como hace diez, veinte o treinta años, realmente impresionante si lo piensas seriamente, o el propio Manu, volviendo a la pomada con las ganas de un junior, y deleitándonos con sus locuras con la supermotard.. la verdad que dió chispa en las tandas que salió. Un momento memorable fue cuando paro delante de nosotros, en mitad de una de las mangas, para darnos ¡¡el asiento de la Bultaco!!, que le bailaba. Otro fenómeno, Pedro, captó el momentazo en directo, aqui su foto.. ¡qué minutos de risas tuvimos a continuación!


El último gran momento del día fue el homenaje en línea de meta que se brindó a don Eduardo, muy emotivo y sincero. Alli nos congregamos numeroso público, incluyendo amigos, pilotos, organizadores, aficionados... Unos minutos con mucho calor humano, realmente irrepetible, momentos que nuestro veterano vivió visiblemente feliz y emocionado, como debe ser. Ahora que lo pienso puedo afirmar que ¡estas cosas nunca las verás al amparo de Dorna! Esa es la diferencia: cuestión de esencia, sin obligaciones, pura afición sin adulterar... es decir, sin televisiones, sin audiencias, sin protocolos académicos, sin política, sin frases prefabricadas, sin grandes patrocinadores, sin vips, sin gilipolleces... y, por supuesto, sin mover mucho dinero. Mientras pervivan estas carreras urbanas parte de nuestro pasado, una parte muy importante y hermosa, seguirá entre nosotros, ¡ojala lo cuidemos entre todos para que no se extinga nunca!

Pero como todo, lo bueno se acaba también, y la jornada racing llegaba a su fin. Después de despedirnos de todos los que nos encontramos, nos fuimos a comer unas raciones estupendas de paella y alguna naranja de la zona (más apropiado imposible, ¿no?). A eso de las cuatro de la tarde los cuatro "expedicionarios" nos despedimos con una sonrisa en la cara. Rumbo a casa, uno para Barna, otro para Albacete y nosotros para el centro. Breve pero intenso, sí señor, mereció la pena.

Para abril teniamos más planes "clásicos". La idea era acudir con la Ossa a la exhibición de Denia. Su organizador, el gran Esteban, nos animo a participar meses antes cuando pregunté la posibilidad de hacerlo (detallazo que siempre le agradeceré pues tú me dirás que pinto yo entre tanto figura y piloto de verdad). Finalmente, por falta de recursos no pudimos ir con la moto, solo pudimos acudir en plan espectador, y encima enlatado, vamos, de traca... pero también mereció la pena. No solo por la compañía (Inma, Rosa, Carmelo, Bettor, Bego, Gregg, Helena, Tyto, los peques, etc) sino por el alucinante elenco de máquinas y pilotos que pudimos saludar, descubrir y luego ver rodar aquel domingo soleado. Este año, la edición estaba dedicada a uno de nuestros héroes favoritos de todos los tiempos, el gran Min Grau, al que pudimos ver rodar, charlar y fotografiarnos varias veces abusando de su paciencia.


No solo él, también el campeón italiano Bianchi y los habituales rostros de estos eventos nos deleitaron con sus monturas y su presencia, lástima que no pudieran salir a rodar unas horas antes: a muchos nos hizo polvo volver a casa tan tarde aquel domingo (por desgracia, se celebró un maratón esa mañana que trastocó el horario previsto) pero así fue y así lo vivimos.

Genios y figuras hasta el final... cuantos chavales y jovenes "estrellas" deberian aprender de ellos...Volviendo de nuevo al amigo Santi Botella me quedo con una frase cojonuda que ha publicado el gran César Gracia con motivo del revival de Denia, donde ambos participaron:

"Pues yo sí le vi tambien con la Derbi y pasarme con la CRONO a mi con la Montesa 24 Horas y pensé: ¿a este Tio que le han hecho en corazón que aún va más que antes?"



¡Va por vosotros, maestros!



GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...