Musas, teatro, CaVallos y realidad…(2)

 

Nos habiamos quedado en el domingo de carreras en Cintruénigo. Ya habiamos pasado el famoso warm-up donde solo salen, habitualmente, los pilotos que no acumulan resaca del sábado noche, je,je... entre ellos yo, claro, que como soy becario y joven no me dejan beber mucho esa noche precarrera, correcto. Pues nada, con esa "sabiduría" que dan los años sé que esta vez lo voy a pasar un poco mal, me van a adelantar hasta los caracoles... pero lucharemos con todo lo que tengamos, eso sí. Me obsesiono con salir bien, la curva de fin de recta de meta se me da bastante bien y sé que si no salgo mal adelantaré algunas posiciones. Pues eso, damos la vuelta de "calentamiento" y, parado en mi puesto, no dejo de mirar al tio de la bandera, como todos, claro. Mis ojos y mi cabeza no ven nada más.  He ensayado las salidas y no salia mal, pero esta vez, como no podía ser de otro modo, quiero salir tan bien (por cierto, levantado sobre la moto para que los primeros centimetros el motor solo tenga que empujar la moto) que abro demasiado y se me ahoga un poco, resultado: los pocos que tengo detrás me pasan... llego a final de recta de meta con un cabreo del diez y me cepillo a dos pero poco más puedo contar... intento seguir al pelotón habitual de siempre pero esta vez no hay manera.. se me van, poco a poco... Intento al menos hacer kilómetros, rodar, hacer pretemporada... empiezo a disfrutar justo cuando la mano izquierda me empieza a recordar que la tengo jodida todavia, me tengo que soltar en la recta de atrás las ultima vueltas. Más desgracias: el de la Ossa con el dorsal 8 me pasa al final, colofón de una carrera mala no, lo siguiente, termino el 14, puffff.... Gana Cabanés, el tigre de Alcoy, alguien que corrió con Autisa alguna prueba del Mundial de 80 hace mil años, quién lo diria, tendra sus 50 tacos largos pero si le ves parece unos años mas joven; de su Bultaco dicen que da más de 42 CVs, ¡casi ná! Llego al paddock poco sudoroso (corria la brisa y apenas hacia calor) pero jodido en todos los sentidos, sobre todo por dentro.
Segunda Carrera: antes de salir voy al bar a por hielo para la mano pero es como una especie de misión imposible, alucino, y eso que este año hay menos gente. Total, decido no salir, me jode pero sé que voy a ir todavia más lento (aunque suene increible). Como no quiero estorbar a nadie tomo esa decisión aún sabiendo que alguno me llamará coballllde de la pradera, pero creo que hago bien. La vuelta a casa será algo silenciosa, algo amarga dentro de mi cabeza, por lo demás, de lujo...

Moraleja: como me comentan los veteranos tengo que hacer más kilómetros y, sobre todo, potenciar la Ossa, este año parece una 125... que me lo tome con filosofía y siga rodando, hay años buenos y años malos... Vale, está claro, o llegamos al nivel del año pasado o hará falta una reflexión sincera y sensata, mientras seguiremos luchando, a ver si rodamos en algún karting este verano, da igual lo que corra la moto, para quitarnos las telarañas. Hasta entonces, miraremos lo del tubarro, revisaremos el depósito y las zapatas del freno delantero, al margen de habitual tema de carburación. Hay dos eventos atractivos a a la vista: una a final de agosto en La Alcudia y en septiembre la segunda edición de la exhibición de Zamora, famosa y con buen plantel, organizada por la eficiente AMZ. Un poco seguidas en el tiempo, dudo que podamos acudir a las dos...
 

 Pero, claro, todo esto se queda pequeño comparado con la cumbre que veo en lontananza. En pleno mes de agosto, of course, nos encontraremos con nuestra vieja piedra angular, la prueba de La Bañeza, la vieja conocida que esta vez nos vuelve a calentar la cabeza y sobre todo el corazón. Es divertido, parece estar ahi esta vez para forzar mi situación en un sentido u otro. ¿Qué hago?, ¿vuelvo a inscribirme o lo dejo pasar...? Este año, en teoría, nos dejan hacerlo (el año pasado a los debutantes nos llamaron para informarnos que no podíamos correr, exceso de inscripciones en 250). Esta vez parece que podremos acudir e intentar clasificarnos. ¿Qué hacer? no estoy en un buen momento y aunque hacemos todo esto solo para DIVERTIRNOS (obviamente) no es divertido salir en estas condiciones... así que me lo pienso, me paso días dándole vueltas, viendo qué recursos tengo para mejorar la Ossa, dónde y cómo entrenar, etc... Al final, el 2 de julio (creo que es el primer día para hacerlo) mando el boletín de preinscripción de la carrera por fax y por correo electrónico. Empiezo a ver al toro detrás de toriles y casi me alegro... no me asusta nada pero me joderia volver a salir con una "125"... Con la cabeza fría siento la necesidad de pedir consejo. Como me gusta tanto escribir cuando tengo algo que decir pregunto a mis amigos y a gente diez de este mundillo sobre qué debería hacer... tirarme a la piscina o pensar en una mejor ocasión... el día 9 de julio mando un correo titulado El dilema, Bañeza... ¿sí o no? y recibo algunas contestaciones estupendas, llenas de sinceridad, en un sentido y en otro, justo lo que necesito... por ejemplo, Alex, un amigo que siente la competición en cada célula, me dice:
"La Bañeza guste o no es digamos el evento gordo del circuito de carreras urbanas. Donde más público va, un circuito mitico, historia y una confluencia de muchos pilotos. Por mi, date el gustazo, inscribete en esa parrilla y corre. Aunque sea vive lo que es correr por un trazado que conoces al otro lado de la bala de paja, petado de público, siendo participe de una carrera llena de historia. Cierto, no optaras mas que a pelear con el vagon de cola por mecanica y como dices falta de entrenamiento,pero bueno, si vas con la cabeza ya hecha a esa tesitura,pues ve y disfruta, sin más. Ojo, importante, siempre y cuando el mero hecho de participar no te cueste un pico, claro esta. Para preparar el motor y vengarte tienes todo un año. Y estas jornadas tomatelas de entreno. Conocerse la pista es un plus y eso te servira en futuras participaciones. Ahora eres el Team Suzuki de MotoGP y tu eres Randy de Puniet jejejej"
Respuesta constructiva, llena de razonamientos, ¡gracias tío!

Xavi, el "marciano" (el Tortuga de Murcia) me comenta lo siguiente (sé que nos les importa que lo trascriba aqui): "Estimado apreciado: Siempre SI a la Bañeza, no corremos para ganar, corremos para divertirnos, si para divertirnos más y mejor hemos de casi ganar, pues no sé... pero cuando digo corremos, lo digo porque contigo, o con Isma o con cualquier colega que tenga los santos de echarse a un circuito, corremos todos aunque sea moralmente y pensando en que con nuestro apoyo todos vamos a ganar. En resumen , corre si te diviertes, y para divertirnos, si lo pasas mal, espera mejor época." Cuanta razón, si no te diviertes, no corras, justo lo que tengo en mente durante esas semanas...

Y termino (no quiero ser demasiado brasas) con la respuesta de Miguel Angel Fernández, gran profesional de este mundillo, su respuesta también me hace pensar de lo lindo: "...Dos grandes grupos... El de los que van a ganar u obtener resultados más o menos destacados, y el de los que van a participar, para vivir después desde "primera línea" un evento, una tradición, unas carreras ya míticas, importándoles entre poco y nada el resultado final. La gran mayoría de los que corren pertenecen al segundo grupo y son, los que llenan las parrillas, los que mantienen el circuito lleno de motos durante las carreras, los que dan ambiente a la calle de boxes...Esta es, creo, la pregunta que debes hacerte, a que grupo perteneces, en cual quieres estar y donde piensas que te divertirías más (lo fundamental de todo en la vida). Si después de eso decides que lo suyo es participar, ya solo queda saber cuanto de mal está esa moto, ya que como sabrás, es en clásicas 2T donde más inscritos hay y es la categoría en la que hay que clasificarse para poder correr el domingo.
A mi me encantaría que estuvieras, hacerte fotos y sacarte en "los papeles", pero insisto, tienes que hacer lo que creas que realmente te va a hacer disfrutar más. Desde mi manera de ver las cosas, y suponiendo que fuera yo el que tuviera que decidir mi participación (aceptando el hecho de que quiero participar, lo que doy por supuesto), pensaría en si tengo al menos un 50% de posibilidades de clasificarme (la posición es lo de menos), y en caso de llegar a la conclusión de que sí, me "tiraría al charco"... soy de los que pienso que habiendo posibilidades de vivir algo, es mejor hacerlo que no esperar a unos mejores días que nadie sabe si llegarán."  Amén!

Por supuesto, aparte, más amigos como Chema, Irene, Rosa, Eruzo, Gusi, Oscar, Mike, Bettor, Edu (un rival), Luismi, Alberto, etc, me contestan, casi todos me animan para coger experiencia, con los medios que tenga, siempre que no sea una ruina económica hacerlo.

Durante esos días de julio, y aunque no lo tengo decidido al cien por cien, empiezo a imaginar mi respuesta si me llaman desde el motoclub bañezano y me confirman el ansiado "sí, vente" (o similar). Sé que voy a responder que sí, que voy, con lo que tenga, que estas oportunidades no se cruzan muchas veces en la vida. Asi que solo puede impedírmelo el tema económico, la temida logística, el llevar la moto alli, principalmente, algo más caro de lo que parece sobre el papel a priori... pero mira tu por dónde, pocos días después cuando me confirman que puedo acudir a la cita, un buen amigo (aunque solo nos conozcamos hace unos meses) me echa un cable de los gordos. No, no se trata del "brother" polaco que me debe todavía 600 pavos de la Ducati que vendimos a pachas en febrero, sino de Luismi, el toledano volador. Me ofrece en serio su ayuda, me acompañará al evento y me llevará la Ossa en su carro, hará de mecánico, entrenador y coaching, lo que haga falta, ¡faltaría más!, ja,ja... (Tyto Carmelo también comienzan a agendarse en serio la cita). Empiezo a verlo todo mejor, no tengo palabras para agradecer a Luismi su impetu. Ahora sí que me lo planteo en serio mientras vamos preparando cosas. De nuevo, con ayuda de Racing Rose, nuestra querida amiga racing, todo pasión y buen corazón, ¡gracias!, llevo la moto a los amigos expertos de VITALE para que, al menos, la echen un vistazo y la podamos apañar un poquito (nada, un primer "escalón"): revisar las fugas del tubarro y cambiar el carburador (el Bing no nos da más que problemas). Para empezar, la metemos en el banco de potencia y casi me pongo a llorar de pena y de alegría. De pena porque no llega a los ¡28 CVs! (sin exagerar, poco más que algunas 80 preparadas por los valencianos), de alegría porque eso me demuestra que no todo es culpa mia. Por desgracia, sacarla CVs costará dinero, y no cuatro duros.


Mientras la Ossa permanece en el "ambulatorio", nos vamos unos días de vacaciones a un camping del Delta del Ebro. Alli, con la family, me relajo y me pongo un poco en forma. Quién sabe, quizá un par de kilos o tres podamos conseguir bajar, todo cuenta y se agradece mucho cuando te pones el mono y sobre todo cuando cambias de dirección la moto, por no hablar de lo que influye en la potencia, ¡pobre Ossa!, lo que tiene que lidiar con semejante "aberroncho"...

Ya estamos en agosto, recogemos la Ossa el día uno, justo el día que alcanzo los 42 añitos. No conozco a ningún piloto histórico con ese "dorsal" (el anterior que "llevé", sí, Haga) pero me recuerdan el número que lucen las motos del joven Alex Rins, ok. Gracias a Eruzo y su carro recogemos la moto. Tenemos novedades, basicamente un nuevo carburador Mikuni nuevecito. La moto irá mejor, me aseguran. Me lo creo. Es dificil que fuera a peor. Días después, arranca casi sin empujar, seguramente hemos ganado un par de CaVallos, además, no me lo creo todavía pero estoy contento. También me arreglaron algunos tornillos que estaban pasados, el puño de gas y otros pequeños detalles. El pistón me comentaron que puede soportar dos carreras más pero que la moto necesita un buen "lifting" si queremos realmente seguir rodando con ella y acercarnos a las verdaderas dos y media... Intento hacerle los dorsales para la carrera de la Bañeza pero no me terminan de gustar, no soy muy habilidoso con las tijeras y el vinilo. Esta vez no cuento con mi padre en el ajo, un auténtico especilista en ese arte, movidas familiares ajenas a nosotros dos nos han distanciado, una pena, pero hay que seguir para delante, siempre. Sin duda el peor mes de agosto de mi vida, y va a coincidir con la carrera de mis sueños. Qué paradoja. Me río para aliviar tensión, dicho de manera conceptual y verídica, y sigo trabajando en todos los frentes. Por ejemplo, encuentro una tiendecita cerca de Atocha que venden todo tipo de dorsales, pegatinas y carteles. Encargo tres juegos de "31", otro número familiar para los LFs (y para Harada, ja,ja). Es el dorsal con el que saldremos en La Bañeza, ¡ya estamos enchufados!, no sé qué pasará alli pero no pienso perdermelo.

Una mañana que tengo libre, mientras estoy volviendo al taller después de dar unas vueltas en el polígono con la moto, y justo unos pocos días antes de viajar hacia la meca de las carreras urbanas, veo una figura en la calle que me suena. Un tio alto, grandón, pelao como yo. No llevo las gafas y apenas veo bien de lejos. Cuando me acerco, sonreímos. Es el gran Marco, ¡sorpresón! Estaba trabajando y me ha visto desde su coche... o mejor dicho, ha oído el sonido inconfundible de un tubarro disparando cañonazos sónicos de alegría 2T. ¡Qué risas! Le hago la foto de más arriba... encuentro breve pero lleno de sabor agradable. Marco corrió en el CEV, y sigue volando bajo por carretera y circuito, como os he contado en otros post. Inevitable, ¡como me gustaría verle con otra clásica! sé que en un rincón de su corazón esa idea late, quién sabe si algún día...





GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...